
S. E. Rvdma. Sr. Dr. D. Ricardo Subirón Ferrandis, ordenado Presbítero y Consagrado Obispo por Mons. Thuc en 1976 y 1977. Único Obispo de Primera Línea Sucesoria Apostólica de Mons. Thuc, vivo.
Motu Proprio, un indigno siervo de Dios, Pablo de Rojas, hijo espiritual de Mons. Subirón y hermano en el Episcopado por la Gracia de Dios, Ordenado Sacerdote y Consagrado Obispo por este Insigne Prelado, en el año 2010, escribo esta breve biografía para dentro de mis posibilidades, hacer justicia a este santo Obispo, tan perseguido y calumniado, e intentar que se conozca la verdad sobre él y su Obra, que ha sido y es ad maiorem Dei gloriam Virginique Matri.
S. E. Rvdma. Sr. Dr. D. Ricardo Subirón Ferrandis, fue ordenado Presbítero y Consagrado Obispo por Mons. Thuc en 1976 y 1977. Único Obispo de Primera Línea Sucesoria Apostólica de Mons. Thuc, vivo.
Santa Vida y Obra de Mons. Subirón.
S. Ilma. Rvdma. Sr. Dt. D. Ricardo Subirón Ferrandís, nace el 20 de mayo de 1953 en Ribarroja del Turia, provincia del Reino de Valencia, en el Palacio del Conde Trenor, que tiene una hermosa capilla donde el joven niño empieza a tener intimidad con Cristo. Desde que tuvo uso de razón tuvo consciencia plena de tener vocación sacerdotal. Nace en el seno de una familia acomodada, profundamente católica, y muy respetada, conocida y querida en todo el Reino.
Desde párvulo, D. Ricardo, sobresale en virtud y devoción sobre los demás niños de su edad, ya era monaguillo cuando aun no llegaba al altar para cambiar el Misal, del lado de la epístola al del evangelio (Misal de 1915 que, por cierto, usé en la ceremonia de concelebración de mi primera Misa de Ordenación Presbiteral, primera Misa rezada y Solemne, concelebración en mi Consagración Episcopal, y que uso a diario en mi Misa privada, ya que Mons. Subirón me lo regaló y dedicó el 28 de junio de 2010) muestra de su gran desapego a las cosas de este mundo.
Se podrían contar muchas anecdotas, en las que ya se veía como la Stma. Virgen María lo quería como a un hijo predilecto. Por ejemplo, desde muy corta edad congregaba a personas en la Capilla de su casa para rezar el santo rosario y actos de piedad. Una cosa, cuanto menos curiosa, era cuando el Sagrado Cuadro de la Divina Pastora hacía las visitas domiciliarias en su pueblo, y su querida tía Pura lo subía encima de una silla y con su dulce voz, daba la bienvenida al bendito cuadro, con el canto de rigor, que dice así «¡Seas, oh Bella Señora, a esta casa bienvenida y sea vuestra Presencia, fuente viva de mil dichas!» a lo que los fieles respondían «¡Digamos Ave María, sin pecado Concebida!», preludio esa silla del púlpito que ocuparía en su lugar muchos años después, siendo un gran orador, aunque nuestro querido D. Ricardo se defina como un humilde párroco de pueblo, les aseguro que nada más lejos de la realidad.
No obstante, por prohibición expresa del santo Prelado, dada su humildad, no contaré nada más que las cosas justas y necesarias, algunas cosas me las ha contado él mismo, y otras muchas, casi todas han sido presenciadas por un servidor. Por ejemplo, este episodio es muy enjundioso, ya que será la tónica de toda su santa vida, que transcurre, cómo no, en uno de los días más grandes de la vida de un católico, como es la Primera Comunión, que recibió devotamente a la edad de 7 años (como era habitual en la época, en las familias acomodadas, en la víspera al gran aconteciento, encima de una colcha de seda adamascada bordada, se exponían los regalos que recibían los infantes, en el caso de D. Ricardo, fue el primer niño del pueblo en vestir para la ocasión traje blanco de marinero, y entre todos los regalos había tres pares de zapatos de charol). Por la noche se preparó espiritualmente, delante de una imagen, talla de madera de una Inmaculada de Ponzoda, del siglo XIX con la ayuda de su Sra. Madre para recibir al día siguiente el Cuerpo de Cristo, (por cierto, imagen que Mons. Subirón me regaló en mi décimo aniversario de Consagración Episcopal, el 30 de junio de 2020, ya que me fue conferida por este tan insigne Prelado, el 30 de junio de 2010, al que le gusta que le llamen, P. Ricardo).
Llegado el gran acontecimiento D. Ricardo, vestido de blanco y con sus zapatitos de charol, se dirigió junto a sus padres y padrinos a la Parroquia, y llegado el momento culminante de recibir a Jesús Sacramentado lo hizo con suma devoción, y al bajar del comulgatorio, dirigió su mirada, con las manos juntitas, al Altar de la Inmaculada Concepción que está en el lado del evangelio y le dijo el santo niño «¡Madre mía desde hoy soy todo vuestro!», y así ha sido hasta el día de hoy, y otra cosa que aconteció que omito.
Terminada la ceremonia su padre, un gran señor muy respetado, se fijó y extrañado vió, que el infante estaba descalzo, y le preguntó: «¿Ricardín, donde están tus zapatos?» y el niño respondió diciendo, «se los he dado a un gitanito, que estaba descalzo, y como tengo más zapatos, me ha dado pena». Su padre le pegó una bofetada, fue la primera y única vez que le levantó la mano.
Estas tres cosas estarían íntimamente unidas en toda su vida, la Inmaculada Concepción, el amor y evangelización a los más pobres, fundando en 1977 los Misioneros Apostólicos de la Inmaculada Concepción, y esa bofetada que sería símbolo de esa pesada cruz que ha tenido que llevar y llevará hasta su muerte a causa de los detractores de Jesús y de María, llegando a sufrir lo inimaginable, estafas, insultos, quedarse arruinado económicamente por un mal hijo que fue acogido en el Hogar de los Pobres de San José desde muy pequeño, del cual no deseo hablar. Sin embargo nunca se le ha borrado la sonrisa de la boca, y disimula muy bien cuál pesado es ese leño, no obstante no escucharán nunca una sola queja de su boca, si a caso un como mucho, «más padeció Cristo.»
Después sería confirmado por Mons. Lahiguera, Obispo de Valencia, siendo el confirmando con mejor nota en el catecismo de segundo grado y convertido ya en Soldado de Cristo, se le podía ver desde muy joven enseñando el catecismo a los gitanos en las cuevas, a donde ni el párroco quería ir. Así D. Ricardo poco a poco fué curtiéndose desde muy joven en la realidad de este valle de lágrimas, que es la vida misma, compaginándolo todo con los estudios, siendo uno de los mejores estudiantes del pueblo. Fundó los Tarcisios, dedicados a adorar a Jesús Sacramentado, llegando a ser más de 100, fue adorador nocturno, hizo obras benéficas y un sin fin de cosas por las que siempre será recordado en Ribarroja, como uno de sus hijos más queridos y predilectos, (eso lo ha presenciado un servidor cuando le he acompañado a la casa familiar de su pueblo, he visto esa veneración que sienten hacía él), pero Dios tenía preparado para este joven una Obra universal de santificación y terminada la reválida, como se llamaba entonces, ingresó a los 17 años en 1970 en la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, fundada en Francia en 1854 por L’ Abbé Julio Chevalier. Fue una etapa dura de su vida, allí tomó conciencia clara de cómo la Iglesia que él creía era la de Cristo había sido cambiado, y la Congregación Religiosa estaba desnaturalizada, no obstante como buen español, que siempre obedecemos a la «Iglesia», aunque equivocadamente en este caso, obedeció y aún sin comprenderlo acató las órdenes de sus «superiores», «Roma locuta, causa finita», siempre llevando el hábito de Misionero del Sagrado Corazón. (Una cosa que tenemos en común Mons. Subirón y un servidor la devoción a Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, Patrona de la Pía Unión de San Pablo Apóstol). Después del postulantado y noviciado estudió la Filosofía y Teología, como misionero, en el Seminario de Logroño regido por el Opus Dei, obteniendo una de las mejores calificaciones y fué «ordenado» incluso diácono.
Era muy amigo de Sacerdotes de la Hermandad Sacerdotal Española, que estaba constituida por más de 8000 Ministros de Cristo españoles que se resistían a aceptar los cambios del conciliábulo, y en una ocasión le invitaron en febrero de 1976 a acompañarles a El Palmar de Troya, donde se decía que se había aparecido la Stma. Virgen María. Entonces en España, era el lugar por excelencia de la catolicidad, diariamente celebraban muchísimos Sacerdotes la Santa Misa Católica de Rito Romano latino, llamada vulgarmente Misa Tridentina.
Breve resumen sobre las apariciones y lugar del Palmar de Troya.
El 30 de marzo de 1968, cuatro niñas (Ana García, Rafaela Gordo, Ana Aguilera y Josefa Guzmán), de 12 y 13 años, dijeron que se les había aparecido la Virgen María en la finca de La Alcaparrosa, a un kilómetro de la aldea del Palmar de Troya, que en aquel tiempo era una pedanía del municipio de Utrera, en la provincia de Sevilla. El 11 de abril una mujer llamada Rosario Arenillas, una falsante, dijo que había visto a la Virgen con el manto del Carmelo en el mismo lugar ( la conocí cuando era mayor y acudía a las «misas» de D. Jesús Alfaro, en Alcalá de Guadaira, Sevilla, me causo una pésima impresión). El 20 de mayo, una vecina utrerana llamada María Marín también dijo que había visto a la Virgen en el mismo sitio. El 6 de junio la sevillana María Luisa Vila acudió a la finca y dijo tener un éxtasis místico en el que Jesús le administraba la comunión y, según «testigos», al abrir la boca tenía en ella una oblea ensangrentada. Como podrán observar el teatro ya estaba formado desde antes de que apareciera quien después sería Mons. Clemente Domínguez, simplemente este hombre, muy inteligente y que tenía facilidad para aprender, solo tuvo que aprovecharse de la situación. El arzobispo de Sevilla Mons. Bueno Monreal difundió una carta pastoral negando la veracidad de las apariciones y milagros del Palmar de Troya. En la zona se construyó un altar, donde se celebraban Misas Tridentinas por Sacerdotes que iban al lugar de buena fe, asqueados por el mal trato que recibían del destructor de la Reserva Espiritual de Occidente, Mons. Tarancón.
Pero pasemos ahora a hablar del Insigne y conocido Prelado, que no es otro que el Obispo. Mons. Thuc, que gracias a él, todo hay que decirlo, hay Línea Sucesoria Apostólica en la Iglesia Católica de Rit Romano latino, y que fué quien procedió a Ordenar Presbíteros y Consagrar Obispos en el Palmar de Troya, aunque eso fuese un error, sin duda.
Nació en Vietnam en Hue, el 6 de octubre de 1897, en lo que era la Indochina francesa, ahora por desgracia, Vietnam. A los doce años, Mons. Thục ingresó en el seminario de Hue. Después de su Ordenación Sacerdotal el 20 de diciembre 1925, enseñó en la Sorbona. Fue seleccionado para estudiar teología en Roma (Italia), y regresó a Vietnam en 1927, después de haber obtenido tres doctorados, en Filosofía, Teología y Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana de Roma, pocos Obispos había con tales títulos universitarios. Luego se convirtió en profesor en el Colegio de los Hermanos Vietnamitas en Hue, profesor en el Seminario Mayor de Hue, y en decano del Colegio de la Providencia. El 20 de febrero 1938, fue elegido por Roma para dirigir la Vicaría Apostólica en Vinh Long y el 5 de mayo de 1938 fue Consagrado Obispo en Hué, Vietnam por el Delegado Apostólico en Indochina Mons. Antonin Drapier O.P., Arzobispo Titular de Neocesarea en Pontus. S. S. Pío XI le concedió la facultad y privilegio de poder Consagrar Obispos sin Mandato Apostólico, facultad y privilegio que nunca le fue revocada. Mons. Thuc fue Obispo Titular de Saesina entre 1938-60, Obispo de Hué, Vietnam, entre 1960-68. En 1962 participó en el conciliábulo, lo que le salvó la vida, ya que en 1963 los militares Duong Van Minh y Tran Van Donel derrocaron a su hermano, el presidente de Vietnam, Ngo Dinh Diem y lo masacraron junto a su familia, salvándose únicamente Mons. Thuc, por estar en Roma, fue nombrado por el usurpador de Montini, «Arzobispo» titular de Bula Regia y asistente al Trono Pontificio.
En 1973 fue forzado, debido a su catolicidad, a retirarse, sin pensión alguna, vivió modestamente en Roma ayudado por Sacerdotes simpatizantes. Viendo que no podía regresar a su país, se instaló a vivir pobremente en Toulon (Francia), donde conoció a la Madrina de Mons. Subirón, Mamá Olga, y gracias a ellos pudo vivir con dignidad.
En diciembre de 1975 fue invitado, Mons. Tuc, por unos «sacerdotes» de la FSSPX a pasar las Navidades en Econe (Suiza), el mismo Padre Barbará cuenta que el «Arzobispo» Lefebvre conoció al Arzobispo Ngo Dinh Thuc bastante bien durante el «Concilio Vaticano II». Él le consideraba un Obispo con buena doctrina, inteligente y bien formado. Precisamente por considerarlo un obispo católico, comprometido con la fe, y devoto de la Stma. Virgen María, y sin ningún trabajo apostólico que hacer, Mons. Lefebvre le invitó en diciembre de 1975 y le animó a trabajar con los enviados del Palmar de Troya que habían ido a Econe, a fin de solicitar su servicios sacramentales y espirituales. He oído estos hechos directamente de «Monseñor» Lefebvre. Además de que este hecho lo sentencia el P. Barbarà, que dicho sea de paso no hace falta, es una muestra de ese talante cobarde y de conveniencia muy propio de él y de la FSSPX, primero que experimente otro y luego si a caso nos llevamos las glorias…y de lo contrario miramos para otro lado.
Pero sobre todo ahora insistó en este sujeto, el suizo Abbé Revaz, antiguo Canciller de la Diócesis Suiza de Sión, profesor de Derecho Canónico en el Seminario de Écône, que fue quien convenció verdaderamente al Obispo vietnamita, Mons. Ngo Dinh Thuc de que había que Consagrar Obispos en El Palmar de Troya, por tanto de todas, todas, los culpables del esperpento del Palmar de Troya son los Lefevrianos, a diferencia que estos fueron Ordenados Sacerdotes y Consagrados Obispos válidamente .
Convencido y acompañado de l’Abbé Revaz, Ordenó Sacerdotes el 31 de diciembre de 1975 y el 11 de enero de 1976 Consagró Obispos para salvaguardar la Sucesión Apostólica a Mons. Clemente Domínguez Gómez (nacido en Écija), Mons. Manuel Alonso Corral (nacido en Cabeza del Buey, Badajoz), Mons. Ludovico Enrique Moulins (francés residente en Sevilla), Mons. Francisco Coll (irlandés residente en Sevilla), Mons. Pablo Gerardo Fox (irlandés residente en Sevilla), Mons. Camilo Estéve Puga (nacido en Maside, que había sido párroco de Orense y que era residente en Sevilla), Mons. Miguel Tomás Donelli ( sacerdote irlandés residente en Sevilla), Mons. Francisco Bernardo Sandler ( Sacerdote estadounidense residente en Sevilla). Las Consagraciónes Episcopales se llevaron a cabo en el terreno de la finca, conforme al Rito Tridentino con el Pontifical Romano reformado por S. S. Pío XII, de feliz memoria.
Por tanto dándose todas las condiciones para la validez del Sacramento, Ministro válido (Mons. Thuc) y candidato adecuado ( varón bautizado no anormal), Materia y Forma Sacramental, (Imposición de manos y Forma Sacramental que consta de las 16 palabras establecida como la oficial por S. S. Pío XII), Rito Católico, Pontifical Romano edición de 1948, Intención Ministerial y por parte de los sujetos, voluntad de querer recibir el Sacramento del Orden, que dándose todos estos elementos, estos Obispos fueron verdaderos Sucesores de los Apóstoles. Es más estás Ordenes fueron consideradas por «Roma» como válidas pero «ilícitas», así dictaba el Decreto en el que Mons. Bueno Monreal decretaba, valga la redundancia, la excomunión Latae Sententiae en la que había incurrido Mons. Thuc, como Consagrante y los Obispos consagrados por él.
Hasta el año 1983 se celebraron todas las Funciones Liturgicas conforme a los libros aprobados por Trento y reformados por S. S. Pío XII, con devoción y cada vez con más solemnidad. En contra de lo que opinan muchos tartufos «Obipos» de dudosos linajes, se celebraba insisto «atente et devote», casí todos los primeros Obispos eran Sacerdotes, antes del conciliábulo, y los posteriores, hasta que se autoproclamó «Papa» Mons. Clemente Domínguez, a la muerte de Montini, salieron del Palmar de Troya casi todos los Obispos bien formados y equilibrados como Mons. Chell, Sacerdote Jesuita ordenado Sacerdote en 1965 por Mons. Joseph Hoffner en Colonia (Alemania) y como él había muchísimos Sacerdotes de valía intelectual y espiritual. De hecho en esta secta, actualmente, debido a las reformas realizadas por Mons. Clemente Domínguez, insisto en el año 1983, en el Pontifical Romano, invalidó las Órdenes Sagradas, por herror en la nueva forma sacramental del Sacramento del Orden y Consagración Episcopal, por tanto actualmente en El Palmar de Troya hay Obispos válidamente consagrados e invalidamente. Además aviso, no se puede acudir a este lugar bajo pecado mortal, siendo un cisma plagado de herejías y por ser un ultraje continuo a la Iglesia de Cristo.
Tras esto, la orden de los Carmelitas de la Santa Faz se dedicó a Ordenar Sacerdotes y a Consagrar Obispos indiscriminadamente. (Mons. Thuc escribió una carta a Mons. Clemente Domínguez exortándole a no continuar lacerarando más el Cuerpo Místico de Cristo). Roma estudió el caso en profundidad y después de esto Mons. Thuc pidió perdón y fué absuelto de la «excomunión» reservada al «Papa»….Montini
Olvidemos este triste episodio y volvamos al paso de D. Ricardo, por El Palmar de Troya.
Llegado el anochecer de aquel 11 de febrero de 1976, cumplido casi un mes de la Consagración Episcopal de Mons. Clemente Domínguez, se anunció que en breve el Superior General de los Carmelitas de la Santa Faz, Ordenaría Presbíteros y Consagraría Obispos para bien de su Fundación y de la Iglesia Católica. Todos los Sacerdotes amigos de D. Ricardo le instaron a Ordenarse y Consagrarse y casi sin darse cuenta se convirtió en Obispo de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, pero al igual que él, Mons. Félix Arana nunca pertenecieron a El Palmar de Troya, sólo recibieron las Ordenes Sagradas y Consagración Episcopal, y no tuvieron, al menos, Mons. Subirón trato alguno con Mons. Clemente Domínguez, (como ellos mismos afirman, los Carmelitas de la Santa Faz, en un documento oficial que habla ex profeso de Mons. Subirón y Felix Arana), dicho sea de paso fue Ordenado Subdiácono, Diácono y Presbítero y Consagrado Obispo por el propio Mons. Clemente Clemente Domínguez, como coconsagrantes intervinieron los Obispos Mons. Alonso Corral, Mons. Camilo Estevez y como maestro de ceremonias hizò Mons. Francisco Sandier. Al día siguiente tuvo grandes escrúpulos de conciencia, ya que no sabía hasta que punto había accedido libremente a las Ordenes Sagradas, después de tanta insistencia por parte de esos amigos Sacerdotes. A partir de entonces su vida cambió por completo, abandonó la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón y se dedicó en cuerpo y alma a los más pobres, pero los escrúpulos continuaban y gracias a su madrina Mamá Olga, contacto con Mons. Thuc que vivía en Le Pradet ( Francia) y se entrevistó con el Prelado y le expuso su caso, este le dijo que las Ordenes concedidas a Mons. Clemente Dominguez eran perfectamente válidas, pero que al haber esa duda prudente, sobre su libre acceso, le concedería «Sub Conditione» el Subdiaconado, Diaconado y Presbiterado y así le fueron concedidas en esa localidad francesa las Sagradas Ordenes directamente por Mons. Thuc el 23 de octubre de 1976, tan sólo 8 meses después de recibidas de manos de Mons. Clemente Dominguez. Durante varios años Mons. Subirón vivirá largas temporadas con Mons. Thuc, siendo este uno de sus hijos más predilectos. Mons. Thuc de igual modo le Consagró Obispo «sub conditione» en Roma el 25 de agosto de 1977, en el Colegio Vietnamita, aunque Mons. Subirón se negó en un principio, pero Mons. Thuc le convenció de esta manera ¿quien va a Ordenar Presbíteros, a los miembros de la Congregación de los Misioneros Apòstolicos de la Inmaculada Concepción, Fundada por Mons. Subirón (Constituciones digamos que aprobò Mons. Thuc) una vez muera yo?, finalmente accedió, queda demostrado por fotografías, credenciales firmadas por Mons. Thuc y levantadas en acta notarial, que se adjuntan en el álbum fotográfico, dando veracidad de tales efemerides. De igual modo Mons. Subirón conservaba el altar donde celebraba Mons. Thuc, misal, cáliz, sagrario, algunos objetos personales, cartas, la Mitra que utilizó para Ordenarle y Consagrarlo, un anillo episcopal, cruz pectoral etc, símbolo del gran cariño que Mons. Subirón le profesó siempre y que Mons. Thuc agradeció, actualmente todo eso es propiedad de Mons. de Rojas, por expreso deseo de Mons. Subirón. Por tanto queda demostrado con todo tipo de documentación que Mons. Subirón es en estos momentos el único Obispo vivo, de los primeros Consagrados por Mons. Thuc, es decir de Primera Línea Sucesoria Apostólica de Mons. Thuc.
Conocía a Mons. Subirón desde hacía años, ¿quién en España no podría conocer a este santo varón?, ese gran Obispo que llenaba el Santuario de la Inmaculada del barrio de Nazaret de Valencia de almas, cosa inaudita en la fecha, de hecho D. Jesús Alfaro de joven, hay fotografías del acto, estuvo en la Consagración del Altar fijo del Santuario de Valencia.
Providencialmente en el año 2008 contacte con él, debido a los escrúpulos que me atomertaban desde 2006 y le manifesté mi duda sobre la validez de las Órdenes recibidas de manos de Mons. Chell, por haber sido este Obispo Consagrado, aunque ya era Sacerdote desde 1965, en el Palmar de Troya el 30 de marzo de 1976 por Mons. Clemente Dominguez, y dudando sobre la intención ministerial de este último, este era mi caso particular, por el desastre acontecido en el Palmar de Troya, ya que un servidor había sido Ordenado Sacerdote y Consagrado Obispo en Colonia, Alemania, de manos de Mons. Chell, Consagrado Obispo, repito, por Mons. Clemente Domínguez. El 13 de mayo de 2005 recibí, la Prima Clerical Tonsura, las cuatro Órdenes Menores (Ostiariado, Lectorado, Exorcistado y Acolitado) y las Tres mayores (Subdiàcono, Diaconado y Presbítero) y en la misma ciudad la Consagración Episcopal el 29 de junio de 2006.
Por estos escrúpulos pedí a Mons. Subirón me las concediese «sub conditione», y este Santo Prelado, aún creyéndolas válidas accedió, ya que como él me dijo «aunque sus hechos posteriores fueron malos no quiere decir que Mons. Clemente Domínguez no tuviera la intención de hacer lo que hace la Iglesia cuando recibió el Sacramento del Orden y la Plenitud del Sacerdocio, ejemplos a lo largo de la historia parecidos a su vida depravada hay muchos, y sin embargo eran Obispos válidamente ordenados» en teoría es puro Derecho Sacramental, eso lo sé, y se dieron todos los agentes, insisto una vez más, para la validez, por tanto la Iglesia enseña que en estos casos siempre hay que suponer la Intención Ministerial, pero un servidor en conciencia tenía esa duda. Y aunque por un caso totalmente distinto Mons. Thuc se las confirió a Mons. Subiròn «sub conditione» también, insisto, aún advirtiendole que eran totalmente válidas, como él de igual modo hizo con un servidor, no obstante, dada su gran psicología y comprensión Mons. Subirón accede de buen grado y el 28 de junio de 2010, me confirió sub conditione el Sacramento de la Confirmación, recibido de manos de «Mons. de Gallareta», (del muy dudoso linaje episcopal lefevrista) la Prima Clerical Tonsura y las Cuatro Órdenes Menores y las Tres Mayores, previamente hecha la Declaración de Fe Tridentina y el Juramento Antimodernista mandado por San Pío X, y el día 30 de junio la Consagración Episcopal. Fueron los días más felices de mi vida y me concedió una paz interior que nunca se lo podré agradecer lo suficiente.
Desde entonces Mons. Subirón que residía en Francia, no como ahora, que vive en España, y un servidor en Bilbao, (entonces se trasladó ex profeso a Valencia para concederme las Ordenes Sagradas y la Plenitud del Sacerdocio), además de ser hermanos en el Episcopado somos grandísimos amigos y nos ayudamos mutuamente. Él sabe que me tiene para lo que estime oportuno y un servidor de igual modo.
Analizàndolo desde un punto de vista sobrenatural estoy convencido de haber conocido a un santo, y como todo santo mucho ha sufrido y sufre, doy testimonio de ello, por tener conocimiento de causa, no obstante él, todo se lo ofrece a la Virgen, y ahí está de pié, dando testimonio, con sus viejas sandalias rotas, ya que el poco dinero que le dan lo emplea para el Culto Divino y para atender a los más necesitados, siempre encuentra una excusa para no gastar un céntimo en sus más que justas necesidades personales, cosas de Santos…..supongo.
Ahora analicemos la Obra de este venerable Obispo, entonces tenía 23 años, que comenzó en plenitud en 1977, en el barrio más pobre de Valencia, casi todos de etnia gitana, que casualidad llamado Nazaret.
Mons. Subiròn se instalo allí, y lo primero que hizo fue consagrar esa Obra a la tutela de la Virgen Stma, bajo la advocación de la Virgen Gitana, barrio donde no había Sacramentos, luz ni agua y las casas eran más bien chabolas.
La primera Santa Misa la rezó bajo un porche de uralita. La Sra. Madre de Mons. Subiròn le compró unos terrenos y edificaròn el Primer Santuario de la Virgen Gitana y los Conventos de los Misioneros Apostólicos de la Inmaculada Concepción y Misioneras.
D. Ricardo, hizo funciones de asistente social, asesorando, inscribiendo fuera de plaza en el registro civil, tramitó pensiones y prestaciones sociales, visitaba a los presos en las cárceles, apoyaba en los juzgados a los extraviados, procuràndoles vías de inserción, y acompañándolos de vuelta ya reinsertados.
Después abrió una escuela para alfabetizar a los gitanitos, fundó el secretariado gitano, un hogar para los pobres donde viven, un comedor para externos, un ropero atendido por las Misioneras Apostólicas de la Inmaculada Concepción. Un Hogar para los inmigrantes. Una vez a la semana hacían y hacen repartos de alimentos para los más menesterosos.
No era raro ver al joven Mons. Subiròn, entre los arrabales con bolsas de comida para alimentar a los más pobres, que no iban a los repartos o comedor, por estar enfermos o impedidos, como siguen haciendo sus Hijos, los Misioneros.
Hay una anécdota muy graciosa y significativa, y como esta miles, en una ocasión fueron a comprar una nevera de segunda mano, y entre todos los electrodomésticos, D. Ricardo vió una hermosa talla de San José, del XIX, que resultó ser un Estevez, (que cariñosamente Mons. Subiròn me regaló, y en estos momentos está en mi oratorio privado de Bilbao), se quedó extasiado, el hombre de la tienda, al ver a D. Ricardo le dijo jovialmente, ¿le gusta padre?, D. Ricardo contestó sí, tímidamente, y le dijo una cantidad de dinero, que como siempre D. Ricardo no tenía, ni siquiera para la nevera tubo, volvieron con pena al convento y un hermano al llegar le dijo, ¡Padre! un señor ha dejado este sobre, lo abrió y en el estaba justo la cantidad que costaba la talla, inmediatamente fue a la tienda y la compró, desde entonces siempre dice «nosotros escogimos a la Inmaculada Concepción como Patrona pero San José nos escogió a nosotros».
Fue condecorado por la Cruz Roja en su categoría de plata en 1985.
Pero sobre todo Mons. Subirón, es un Obispo que cuida mucho las Funciones litúrgicas, es decir que sean celebradas respetando cada rúbrica, para gloria de Dios y bien de las almas y que todo lo relacionado con el culto a Dios sea de la mejor calidad, palabras textuales de D. Ricardo «si a Dios le damos lo mejor nunca nos faltará de nada a nosotros».
Cantan el Oficio Divino en el Coro, oraciones propias, hacen una hora de meditación, rezan las tres partes del Santo Rosario, adoran al Stmo. Sacramento solemnemente expuesto diariamente, etc. Tienen como a Santos Patrones a la Inmaculada Concepción, San José, San Francisco de Asís y a San Pablo Apóstol, este último, por ser un servidor el Fundador de la Pìa Unión de San Pablo Apóstol y Obispo protector de ellos, figura canónica, contenida en el Código de Derecho Canónico de 1917, y que contempla las constituciones de los Misioneros «aprobadas» por Mons. Thuc.
Ver celebrar a Mons. Subiròn es un deleite para el alma, celebra con una unción que hace te estremezcas, pues pareciere estuvieras en el mismo Monte Calvario junto a María Stma. Yo he tenido ese gran deleite, el de asistir a su Misa privada y celebrar en el altar de su habitación, retablo que estuvo en una de las casas familiares. Y usar el Misal que usaba Mons. Thuc, ese no lo tiene un servidor.
La Casa-Madre se encuentra en Francia en Parey le Monial (cerca de donde se apareció el Sagrado Corazón de Jesús) en el Convento del Santisimo Sacramento, que es la Casa-Noviciado, dedicada a reparar al Sacratísimo Corazón de Jesús, aunque la Casa Fundacional sea la del Convento de la Purísima Concepción en Valencia, y en Méjico tienen otro dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe.
En Francia las vocaciones son abundantes, gracias a Dios.
Los novicios están separados de los profesos, como tradicionalmente se ha hecho siempre en el Estado de Mayor Perfección, y sólo se relacionan con el P. Maestro, para evitar contraigan malos hábitos de los profesos. D. Ricardo ha sido muchos años P. Maestro de novicios, actualmente es el Rvdo. P. Miguel.
Mons. Subiròn, nada posee, todo es de la Obra de Dios de los Misioneros y Misioneras de la Inmaculada Concepción, ya son casi cincuenta años de fundación y es una edificación para todos, ver como nuestro querido Mons. Subirón, a pesar de los años, sigue haciendo lo mismo que hacía cuando tenía 23 años, celebrar la Santa Misa y ofrecerla por los vivos y difuntos, predicar el evangelio y bautizando en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, siguiendo el mandato de Cristo, practicando las obras de misericordia, siendo un fiel Fundador observante de las Constituciones de su Obra y ver como nunca desaparece la sonrisa de su boca ni ese sentido del humor tal valenciano.
Una vez que hemos conocido la verdad sobre la vida y obra de Mons. Subirón, sólo nos queda recordar aquellas preciosas palabras de Jesucristo en los Santos Evangelios, «por sus frutos los conoceréis» y amparado en esta Sentencia Divina no me resisto a compararlo a él y a su Obra con otros y con otras obras, como haré después.
Incluso muchos se olvidan de que el único Obispo que queda vivo ordenado Sacerdote y consagrado Obispo directamente por Mons. Thuc, es S. Ilma. Rvdma. Sr. Dr. D. Ricardo Subirón, de Primera Línea Sucesoria Apostólica de Mons. Thuc, es decir, que linaje más puro no existe y que sólo ha consagrado a un Obispo en toda su santa vida, y es a un indigno siervo, por considerarme digno y por cumplimentar todos los requisitos canónicos necesarios, siendo un servidor también el único Obispo, de Segunda Línea Sucesoria Apostólica de Mons. Thuc, vivo, que no he consagrado a ningún Obispo, y espero no tener que hacerlo aplicando para ello la epiqueya, desde que recibí la Plenitud del Sacerdocio el 30 de junio de 2010, hace 10 años ni tengo intención de hacerlo, salvo enferme de muerte Mons. Subirón o un servidor. Y que además en ambas ceremonias se cumplieron todas las rúbricas que el Pontifical Romano reformado por S. S. Pio XII en 1948 prevé, y todas las credenciales están levantadas en acta notarial con número de protocolo, hay fotografías tanto en las de Mons. Subirón y un servidor, por tanto no cabe duda alguna, y quien diga lo contrario comete delito, ya que están firmadas por Sres. Notarios, que dan Fe Pública de las mismas, muy pocos Obispos tienen las cosas tan conforme a derecho y sin embargo, casi todos los «fieles» se centran en la desastrosa elección que Mons. Thuc hizo, de los cuatros famosos Obispos, como son Fray Louis Michel Bertrand, Mons. P. Guerard des Lauriers OP, «Mons». Moisés Carmona Rivera… no así Fray Adolfo Zamora OM que jamás confirió órdenes) y sus desastrosas consecuencias para la Iglesia de Cristo, en Toullon (Francia), donde fueron consagrados Obispos de una manera grotesca, (abajo expongo unas fotografías de una de las desastrosas ceremonia, por cierto invalida por usar en esta ocasión Mons. Tuc. el Pontical de Mons. Montini, me refiero a la de los mestizos del P. Carmona y Zamora) en la mesa que le servía a Mons. Thuc de comedor, de escritorio y de fac totum, donde todos alrededor de la misma fueron consagrados, con unas mitras, que no eran ni la simplex, como es de rúbrica, excepto para el Consagrante, o en su defecto, tolerado por la Sagrada Congregación de Ritos, sólo, para España, la mitra auriphrygiata, sino unas de cartón, ni blancas ni doradas, con una Cruz en el centro, en donde el propio Mons. Thuc se vio obligado a suprimir parte de las ceremonias del Pontifical Romano, donde no llevaban ornamentos episcopales como las tunicelas, quirotecas, cáligas, sandalias, ni hubo bendición ni entrega de las Insignias Pontificales, valga la redundancia, justo por esto mismo hubiera supuesto la invalidez de dichas consagraciones antes de la Constitución Apostólica «Sacramentum Ordinis» de S. S. Pío XII, donde definió que a partir de ese momento la «Traditio Instrumentorum», ya no formaba parte de la materia esencial.
Y que, por culpa de estos, el Linaje Episcopal de Mons. Thuc haya sido lacerado hasta límites incomprensibles, estos cuatro, de los cuales Dios se haya apiadado, han dejado un lastre de Obispos y no obispos a cuál peor, pues como dice Mons. Subirón, jocosamente, «tenían las manos muy largas» salvándose alguno que otro. Empecemos a analizar la vida de estos y a compararla con la Obra de Mons. Subirón.
-Mons. Guerard Des Lauriers, que mantenía un estúpido error filosófico que lleva a la herejía, la llamada tesis Cassiciacum, y que Mons. Thuc epistolarmente le advirtió que para proceder a su consagración Episcopal, debía abandonarla, carta que es pública y poseemos, y requerimiento que mentirosamente acató, no me resisto a recordar lo que propone tal tesis, por llamarla de alguna manera, y no es otra cosa que suponer que alguien «es Papa materialiter et non formaliter» y esto es imposible, ya que pretender que el ente objetivamente posible existe en cuanto tal o cual forma es negar el principio: Aliud est esse albi et aliud esse hominis cui advenit albedo (Una cosa es el ser de lo blanco y otra el ser del hombre al cual adviene la blancura). Dezza, S.J., escribe: «Juzgamos que todos convienen en que el ente simplemente posible o en potencia: se nihil actu esse; esse nihil actuale, non autem reale (En sí es nada en acto; es una nada actual, pero no un ente real)». «Lo que no existe, pero puede existir (o puede no existir) es simplemente posible», «no tiene ninguna actualidad en sí, sino solamente en causa», queda demostrada que tal atrocidad metafísica es imposible de darse. Además de proseguir con dicha tesis encomendó al veterocatólico Philippe Miguet (consagrado por Mons. Laborie y después re-consagrado «sub conditione» por el obispo Mons. George Musey) labores de «capellán» de unas religiosas francesas (las «hermanas de Donzy»), además de consagrar Obispo como a su sucesor a Mons. Munari que a los pocos años apostató, desapareciendo con una mujer, podría haber sido peor…
-«Mons». Moisés Carmona Rivera ha «ordenado» y «consagrado» «obispos» tan inusuales como, por ejemplo, supuestamente, no hay prueba mínima alguna, al sacerdote “cubano» casado, José Ramón López Gastón, (aunque el P. Barbará opina lo contrario) sin las debidas dispensas que marca el Derecho Canónico para que un casado acceda a las Órdenes Sagradas, ex-religioso marista. No hay credenciales, fotografías, y no consta entre los ordenados por «Mons». Carmona, eso es lo de menos, podría haber sido ordenado y no constar, pero haber pruebas, no hay ninguna, la más mínima, absolutamente nada. El 17 de julio de 1991 al veterocatólico Peter Hillebrand o Hildebrandt. Este tal Peter había sido «consagrado» por el veterocatólico Mons. Dattensen, no hay ninguna prueba de que Mons. Thuc procediese ni a ordenarle Presbítero ni consagrarle Obispo, y este como algunos creen consagró a Pierre Sallé, no siendo verdad, hablé personalmente con Mons. Datessen hace años y conservo una carta donde lo niega, y a su vez lo hace a todas las almas que le pregunten sobre tal caso. Por tanto, López Gastón no desciende de la Línea Sucesoria Apostólica de Mons. Thuc, sino de la espuria línea sucesoria de Sallé, Mamistra Olivares, Roger Caro de donde desciende invalidamente Urbina-Aznar, Squetino, Loya y todos los ordenados por estos, ya que su línea es únicamente la de Roger-Caro, que no creía en el Dogma del Sacerdocio Católico, además de ser cabalista-satanista, se sabe que se hizo consagrar obispón hasta en 20 ocasiones. La más famosa por un tal André Enos (sacerdote apóstata). Sobre la «ordenación presbiteral» de Datessen una vez más las fuentes se dividen. Unos dicen que el propio André Enos lo habría «ordenado» también, otros afirman que fue Mons. Jean Laborie, el P. Barbará confirma que fue el obispón veterocatólico apóstata ex-Lazarista Contamin fue quien le ordenó y parece ser lo más certero. Finalmente se cree fue Consagrado por Mons. Thuc, pero sin prueba alguna, la más mínima, por tanto, se considera dudosa su Línea Sucesoria, ya que además sólo lo consagró supuestamente obispo y no lo ordenó Diácono ni Presbítero, descendiendo este de inválidos vetericotólicos. Celebraba el Novus Ordo y hacía cosas esperpénticas, era una persona amable y a la vez uraña. Aunque no estuviéramos de acuerdo con él en muchas cosas, cuando le visitamos junto a Mons. Subirón, nos trató muy bien y nos proporcionó alguna información que nos faltaba y unas reliquias que le compramos de los Santos Niños Justo y Pastor, digamos que en el precio entraba todo y esa carta donde acreditaba la no consagración por su parte a Pierre Sallé, y los certificados médicos en donde se acredita por diferentes psiquiatras que padecía locura absoluta, se autocastró, era homosexual y murió en un manicomio, por lo que aunque sí hubiese sido ordenado Presbítero y consagrado Obispo por S. S. Pío XII, está sería invalida, ya que este impedimento canónico es insalvable debido a la falta de voluntad, necesaria para recibir válidamente el Orden Sagrado. Era curioso, no le gustaba que le fotografiasen y no hacía manifestaciones públicas, en el trato privado era cortés. No obstante en los últimos años el propio Squetino ha proporcionado unas burdas copias de fax sobre las credenciales de Dattessen a Sallé, son públicas, pero siendo copias y no las originales no sirven de nada, ya que únicamente pueden peritarse las originales, insisto, y ningún juez admitiría una copia, y Dattesem vivo aún, sigue manteniendo su no actuación en Sallé, por tanto corresponde a la otra parte probarlo, pero con pruebas fehacientes no con fotocopias. No obstante he de hacer una salvedad sobre López Gastón, ya que este fue verdaderamente ordenado Sacerdote y consagrado Obispo por Mons. Roux, asistido por Mons. Xavier du Rossire, en la casa de Miami de la Princesa Ruspoli, el 11 de febrero de 1995. Hay fotografías y credenciales, pero este ya había procedido invalidamente a consagrar a Urbina antes, que no aceptó la invitación de Mons. López Gastón, creyendo el pobre tenía la seguridad de Mons. Dattesen. De hecho, en Méjico y en Europa casi nadie los considera válidos, y hay ríos de tinta en contra de Squetino y algunas acusaciones muy graves. Más de siete «obispos», han negado la validez de las mismas, entre otros, Dávila, Pivarunas, Dolan, etc
-Mons. George Musey (sacerdote diocesano estadounidense, consagrado por «Mons». Carmona) también ordenó contra la ley de la Iglesia a varios hombres casados, que como bien saben, dándose y cumplidas las condiciones que marca el Derecho Canónico de 1917, pueden ser Ordenados Sacerdotes quedándoles vetado el Episcopado, no obstante, parece desconocían estos cánones, ya que algunos de ellos no cumplieron lo ordenado por estos. Pero aquí destaco sobre todo, que consagró «sub conditione» a tres obispos veterocatólicos, a saber los alemanes Altenbach y Siebert el 25 de abril de 1984, y el 8 de diciembre de 1987 a Michel Main, quien posteriormente firmó junto a los obispos McKenna, Vida Elmer, Oravec, Hesson y Bedingfield una «declaración episcopal conjunta» de Sede Vacante, algo bueno que hicieron junto al pobre Mons. Thuc ya en sus últimos años de vida.
-Oravec a su vez en los 90 consagró «sub conditione» al veterocatólico Raphael Cloquell, del linaje de Mons. Jean Laborie, que vive en España, al que también conocemos.
-El obispo veterocatólico Mons. Jean Laborie se hizo re consagrar y re-ordenar al menos 3 veces y 5 según otras fuentes. La última desgraciadamente por Mons. Thuc (de donde desciende Mons. Roux y no como él afirma sin ninguna prueba, nada más que una burda falsificación credencial supuestamente de Mons. Thuc, pero sin firmar ante notario, por tanto carece de valor jurídico, además de haber elegido para su supuesta consagración episcopal, una fecha en la cual Mons. Thuc estaba en Alemania y no en Francia) pero Laborie es un Obispo válido, aunque antes había pasado por manos de líneas famosas de locos… más exactamente las de los cismáticos Arnold Harris Mathew (excomulgado por San Pío X en 1911 como pseudo obispo y sacrílego) y René Vilatte (descendientes episcopales del obispo herético jansenista Varlet o Virlet que es de donde los jansenistas, galicanos y veterocatólicos derivan su «episcopado».
Entre estos tenemos a Poncelin d’Eschevannes, un tal Tugdual I, y Canivet, los tres tienen en su línea al famoso Willemott-Newman -este último se hizo re consagrar 11 veces. A mi parecer con estos bastaría, pero hay incluso diez Obispos más, dejemos estar, no obstante gracias a Dios Mons. Korab consiguió válidamente Ordenarse y Consagrarse Obispo, obteniéndolo por del arzobispo jesuita, también un personaje curioso, Pável Hnilica. De hecho, en su Sucesión Apostólica no nombran a López Gastón, ni Mons. Korab ni los Obispos consagrados por este.
Como podemos ver la elección de Mons. Thuc no pudo ser más nefasta y traer peores consecuencias, como las que estamos sufriendo actualmente.
Gracias a todos estos, luego aparecieron el lego Dolan, el veterocatólico y hereje Pivarunas, «consagrado» obispo por el P. Carmona, que debido a que Mons. Thuc. utilizó para la ceremonia el Pontifical de Montini esta fue invalida, por lo tanto todos los que descienden de él son inválidos, etc., y como nobleza obliga voy a entretenerme un poco hablando con conocimiento de causa de ellos, ya que tanto mal le han hecho a Mons. Subirón y a un servidor.
Uno de los pecados mortales, según la materia, más grave es la difamación y la calumnia, y quizás uno de los más difíciles de restituir, y si el calumniado es Obispo, siempre es pecado mortal y se incurre en excomunión. Y este ha sido un mal y agravio que en los últimos años ha atormentado a Mons. Subirón, no por él mismo, que bien poco le importa su persona, sino por la Iglesia Católica, su Dignidad Episcopal y por su Obra. Desde otra perspectiva esto es buena señal, ya que cuando el príncipe del mal, Satanás, no quiere algo bueno, siempre se interpone, señal de que la Obra de Mons. Subirón es de Dios, y esta ha sido atacada entre otras cosas por un maldito dossier de 84 páginas plagado de calumnias, mentiras y un largo etc., que cobardemente se publicó anónimamente hace 15 años, en una red de soporte de internet llamada Calameo, aprovechándose de las escasas posibilidades económicas que tiene desde el inicio de su Obra, y aún sin esas posibilidades, este Insigne Prelado, ha levantado la catolicidad en España desde sus comienzos, pero gracias a Dios, que como bien sabemos es remunerador, que premia a los buenos y castiga a los malos, bien en el cielo o en la tierra, la Providencia Divina, ha dispuesto que por medio del Gabinete Jurídico de la Pía Unión de San Pablo Apóstol, se haga justicia en la tierra, y no sólo porque se retirará ese Dossier, bajo amenaza de petitoria de indemnización de 15 años, sino también porque incluso este soporte libremente haya dado a conocer quiénes fueron los que acometieron tal delito, que no son otros que el lego Dolan y Cekada, que llevan «juntos» toda la vida, contra los cuales se ha interpuesto una querella criminal. Aunque la de Cekada, debido a que se está muriendo de un cáncer, y teniendo en cuenta la compasión de Mons. Subirón, que me lo pidió, ha sido retirada, ya que Dios se está encargando de hacerle pagar el mal cometido, esperando por supuesto, que se arrepienta por ello, de lo contrario arderá en el fuego del infierno eternamente. (Cekada murió el 11 de septiembre de 2020, sin restituir el mal ocasionado. En el Memento de Difuntos, durante el Santo Sacrificio de la Misa pedimos por él, ambos).
Sin embargo, el lego Dolan, insiste pertinazmente en ello, incluso ha intentado publicarlo otra vez, pero no pudiendo hacerlo, tiene a sus secuaces como «Ovejas sin Pastor», «Oblatos del Buen Pastor», «El Honor debido a los Ministros de Cristo», qué contradicción las de estos tartufos, como a perros rabiosos, ya que están acostumbrados a hacer el mal, y en esta ocasión la verdad y la justicia han triunfado, no obstante, contra todos estos también hemos procedido judicialmente. El lego Dolan, Sanborn, y, evitó el apelativo con el que es conocido, Joseph Seway, que se citan bastante en esos Blogs, precisamente, tienen mucho que callar. Por no hablar del conocido, en ciertos «ambientes», Juan Diego Ortega, el apellido no dice mucho… es bastante vulgar. Pero bueno, todos ellos muy «tradicionalistas», que no “católicos”, como aseveró Davoris, no lo dice un servidor, que los atendió «sacramentalmente» en 2014, «son una vergüenza y un nido de invertidos, liderados por Ortega». Dolan murió de una muerte súbita el de .
Pero todo esto es natural, ¿qué se puede esperar de un individuo que comete pecado de simulación de sacramentos diariamente?, como Dolan, y tiene varias causas pendientes judiciales, muy graves, por abusos sexuales a personas del mismo sexo, nada bueno. Él es el paladín de esta infamia y de todos los nombrados y como dice el sabio refranero español «Dios los cría y ellos se juntan», lo de «juntar» en el sentido más amplio de la palabra, ahí lo dejo.
Sólo me hago una pregunta, ¿qué mal les ha hecho Mons. Subirón a este lego, y a los demás, a los que ni siquiera conoce? Respuesta, muy sencilla, cumplir fielmente con la voluntad de Dios y esto repele a los enemigos del Altísimo. Por esto denuncio este hecho, señalo a los culpables y voy a intentar que paguen por todo el mal cometido.
Mons. Subirón tan criticado, y vilipendiado junto con un servidor, podemos estar orgullosos de no haber impuesto las manos a nadie sin tener conocimiento pleno del sujeto a Ordenar Sacerdote y Consagrar Obispo, cerciorándonos siempre de que cumpliesen con todos los requisitos canónicos, además de no haber Ordenado a Sacerdotes que no sean para nuestros Institutos Religiosos, y podemos asegurar que nuestras Obras son fieles Hijas de la Iglesia. En ellas no ha habido escándalos inmorales, contra el sexto y noveno mandamiento, ni deserciones como la bochornosa de Mons. Munari y otras.
Y en las Ceremonias de Ordenación Sacerdotal y Consagración Episcopal de ambos, se cumplió íntegramente lo prescrito por el Pontificale Romanum, reformado por S. S. Pio XII, y se celebraron con el mayor esplendor que merecen, levantadas en acta notarial, tales ceremonias, cosa que no pueden decir otros.
Además, un indigno siervo ha tenido la gracia de tener a tan buen maestro y ejemplo, como es Mons. Subirón.
Actualmente estando mayor, reside en España, al que tanto le debe. Quiere y desea vivir una vida tranquila, apartada, y dedicada por completo a Dios y a la intimidad con Él, preparándose para bien morir para cuando le llame el Altísimo y le diga «Euge serve bone, et fidelis: quia super pauca fuisti fidelis, super multa te constituam; intra in gaudium Domini tui», pues bien, caro P. Ricardo que sea Ad Multos Annos y se cumpla su voluntad, permanecer en el silencio y anonimato.
Suyo en Cristo y María.
+Pablo de Rojas